Es una patología de larga duración que está provocada por alteraciones funcionales o anatómicas del sistema venoso, que causa alteraciones en el retorno de la sangre del cuerpo al corazón.
Causas
Edad: es un factor de riesgo y de agravamiento.
Historia familiar: hijos de padres con várices tienen un 90% de poseer la enfermedad.
Sexo: aumenta con el embarazo en el sexo femenino.
Obesidad: las personas obesas desarrollan várices a más temprana edad y más graves.
Factores ocupaciones y hábitos de vida: trabajos en los que permanecen de pie por mucho tiempo y el sedentarismo.
Manifestaciones
Los síntomas principales son variables de un paciente a otro, incluyen: dolor, pesadez, piernas cansadas, calambres, prurito, sensación de calor, el denominado síndrome de piernas inquietas, claudicación venosa y malestar estético.
Los signos incluyen las telangiectasias y venas varicosas.
El edema, trastornos tróficos en la piel (pigmentación, dermatitis, eczema, lipodermatoesclerosis) y las úlceras son las manifestaciones visibles más avanzadas.
Diagnóstico
Antecedentes y examen físico.
Técnicas de imagen no invasivas: ecografía doppler venosa
Técnicas de imagen complejas o invasivas: venografía por tomografía computarizada, venografía por resonancia magnética y la flebografía.
Tratamiento
Elastocompresión: uso de medias elásticas con compresión según cada patología.
Fármacos venoactivos: estos fármacos reducen la inflamación de la pared venosa, disminuyen la formación de edema y el desarrollo de cambios cutáneos, y protegen a las células endoteliales de la contracción.
Mejorar estilos de vida: hacer ejercicio y mantener un peso adecuado.